DIAGNÓSTICO DEL TDAH: Consideraciones generales que podemos reflexionar como padres
Una de las preguntas que constantemente los padres hacen respecto al TDAH es: ¿Y cómo sé que mi hijo tiene TDAH? y ¿qué debo de hacer? Para contestar esta pregunta primero me gustaría iniciar con un dato importante para reflexionar:
“en la última década el diagnóstico de TDAH ha aumentado en un 53 %”. Si tomamos en cuenta esta información, podríamos cuestionarnos, ¿cuántos de estos casos son realmente un TDAH o no?. Por lo anterior, la importancia de hacer un buen diagnóstico, se hace evidente
Primero que nada hay que destacar que un diagnóstico no se puede hacer solamente tomando en cuenta la presencia o no de características o síntomas de conductas reportadas en un libro, o que se obtienen en internet o porque la maestra lo dice.
El diagnóstico es un proceso complejo que requiere de herramientas de evaluación en el que se obtienen y analizan por ejemplo: la recurrencia e intensidad de los síntomas característicos del Trastorno, los antecedentes heredo familiares, los problemas actuales y la repercusión que tienen y han tenido a nivel familiar, académico y/o social etc. De la misma manera se excluyen otros trastornos o problemas y se determina el apoyo que se necesita o los pasos a seguir.
Si bien estoy diciendo que los padres no pueden diagnosticar, también quiero agregar que ellos juegan un papel primordial en este proceso. Por un lado porque gracias a la información con la que cuenten pueden ser los primeros en identificar los indicadores y signos que su hijo comienza a presentar y por otro porque ellos saben quién es su hijo y quiénes son ellos; han seguido sus pasos desde su nacimiento y aun con sus propios problemas, conocen, no sólo sus dificultades sino también sus fortalezas.
Siempre he pensado que cuando un padre, logra desempolvarse (no digo que sea fácil) de los sentimientos negativos que se generan con problemas como el TDAH (miedo, rabia, escepticismo, vergüenza, culpa, desesperación, de frenética esperanza, etc.), y se permiten sentir tal y como son, la relación con el especialista que va a hacer el diagnóstico o que apoya a su hijo, se transforma.
Lo mismo sucede cuando el especialista, se pone en el lugar del padre, escucha y comprende con paciencia sus dudas, sabe decir “no sé pero lo veremos juntos”, así como es capaz elegir cuándo ser fuerte y cuando no
Estoy consciente que no siempre resulta fácil hacer el diagnóstico profesional pero no por eso deja de ser necesario considerarlo como parte importante del proceso. Pero también como les he dicho, la participación de los padres en el proceso de identificación es primordial.
Los invito a que lean una de las aportaciones de nuestra colaboradora Regina Ferrari en Activibox.com. Ella nos muestra el caso de Rodrigo como un ejemplo de un niño que desde muy temprano muestra las características del TDAH, las dificultades por las que atraviesan él y sus padres, el proceso de detección y las recomendaciones de los especialistas para este caso en específico.