A veces las diferencias asustan y como una reacción innata procuramos "parecernos" o hacer "parecer" a nuestros hijos o estudiantes a lo que creemos que todo mundo "son". En este afán, nos perdemos del valor que tiene la individualidad y el ser capaces de aceptar la diferencia para desarrollar cualquier habilidad o seguridad en uno mismo. El sentir y saber que ser diferente no es algo que hay que temer o esconder sino que es lo que nos permite amarnos y amar a los demás, es lo mejor que podemos promover en los niños y en uno mismo. Es probable que así se facilite el entendimiento de las propias necesidades y la de los demás en vez de tratar de matizarlas o negarlas, teniendo el reto de correr a la aventura de descubrirnos en la diferencia.
Muchas escuelas y/o métodos presumen que los niños lograrán ser "como los demás” y se sentirán adaptados, cuando en verdad, la adaptación proviene de sentir natural ser diferente, y aceptar, con ánimo y curiosidad, quién es el otro y quién es uno mismo.
En el aprendizaje se puede decir que cada persona tiene diferentes estilos de aprendizaje o, como el autor Howard Gardner denomina, inteligencias múltiples que lo llevan reaccionar ante el mundo de forma distinta. Este concepto pone en evidencia lo relativo que puede ser el determinar que existe un problema de aprendizaje o emocional o una sintomatología de TDAH, solamente porque el chico no se ha podido adaptar a un estilo de aprendizaje promovido por el maestro o por sus padres. O bien, en los casos de que sí existe un problema emocional, de aprendizaje o de TDAH, este se incrementa porque el adulto no ha identificado la forma y/o formas particulares en cómo el chico procesa el conocimiento, las emociones y sus relaciones. Por ejemplo el problema común de considerar que el niño es flojo o inatento porque aun cuando se las he repetido oralmente las instrucciones, las olvida siempre. En vez de pensar que este problema sucede o se podría resolver, si ofrecemos la instrucción utilizando imágenes, actuando la secuencia….
El reto, así, es comenzar a crear espacios, en la escuela y en la casa, en que se promuevan y sean válidas todas las maneras o estilos de aprendizaje (visual, táctil, razonamiento….), de tal manera que cada uno (alumno, hijo, hermano, mamá o papa) tengan la oportunidad de acceder al conocimiento en la forma y las formas que más fácil se les hace aprender. Pero lo más importante, para mí, es que se promueve el aceptar y estar tranquilo con las diferencias: Aprendo a escuchar las necesidades de mi compañero, de mi hermano o de mi papa) y aprendo a compartirles lo que yo necesito.
Les comparto este link en nuestra página de ActiviBox en los que nuestra colaboradora Martha Diaz de León nos comparte información sobre este tema. http://www.activibox.com/…/como-aprendes-estilos-de-aprend…/. Martha tiene gran experiencia en el manejo de niños dentro del salón de clases y nos acerca, de forma muy agradable, a este fascinante tema.
También pueden consultar la sección de “Cómo promover los diferentes estilos de aprendizaje” en la misma página.
Suerte y seguimos en contacto
Muchas escuelas y/o métodos presumen que los niños lograrán ser "como los demás” y se sentirán adaptados, cuando en verdad, la adaptación proviene de sentir natural ser diferente, y aceptar, con ánimo y curiosidad, quién es el otro y quién es uno mismo.
En el aprendizaje se puede decir que cada persona tiene diferentes estilos de aprendizaje o, como el autor Howard Gardner denomina, inteligencias múltiples que lo llevan reaccionar ante el mundo de forma distinta. Este concepto pone en evidencia lo relativo que puede ser el determinar que existe un problema de aprendizaje o emocional o una sintomatología de TDAH, solamente porque el chico no se ha podido adaptar a un estilo de aprendizaje promovido por el maestro o por sus padres. O bien, en los casos de que sí existe un problema emocional, de aprendizaje o de TDAH, este se incrementa porque el adulto no ha identificado la forma y/o formas particulares en cómo el chico procesa el conocimiento, las emociones y sus relaciones. Por ejemplo el problema común de considerar que el niño es flojo o inatento porque aun cuando se las he repetido oralmente las instrucciones, las olvida siempre. En vez de pensar que este problema sucede o se podría resolver, si ofrecemos la instrucción utilizando imágenes, actuando la secuencia….
El reto, así, es comenzar a crear espacios, en la escuela y en la casa, en que se promuevan y sean válidas todas las maneras o estilos de aprendizaje (visual, táctil, razonamiento….), de tal manera que cada uno (alumno, hijo, hermano, mamá o papa) tengan la oportunidad de acceder al conocimiento en la forma y las formas que más fácil se les hace aprender. Pero lo más importante, para mí, es que se promueve el aceptar y estar tranquilo con las diferencias: Aprendo a escuchar las necesidades de mi compañero, de mi hermano o de mi papa) y aprendo a compartirles lo que yo necesito.
Les comparto este link en nuestra página de ActiviBox en los que nuestra colaboradora Martha Diaz de León nos comparte información sobre este tema. http://www.activibox.com/…/como-aprendes-estilos-de-aprend…/. Martha tiene gran experiencia en el manejo de niños dentro del salón de clases y nos acerca, de forma muy agradable, a este fascinante tema.
También pueden consultar la sección de “Cómo promover los diferentes estilos de aprendizaje” en la misma página.
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